
no pienso bien,
no sé nada cierto.
Un alma herida,
un corazón sangrante,
un mirar negro…
Podría continuar, pero…
Queda la vida,
desnuda, viva,
queda la tarea
de diez mil días
y queda el misterio,
eterno deseo de mujer,
de ti, mujer,
donde quiera que estés,
siempre mía.
Salvador Vida
Publicado en el nº 4
de la "Colección Variaciones"
30 de Marzo de 2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario