¡Qué extraña soledad
de mi sombra y tu desnudo!
en las noches azules
de vírgenes lujurias.
Mi vaso de agua junto al lecho
para calmar la sed
de la suave firmeza
de tu boca en mis pechos.
Mi dolor va encontrando su armonía
cuando beso tu espalda sin regreso,
y mi muerte ve en tu pelo
cintas rojas atadas,
por mis ansias de salida.
Con dolor y alegría
renuevo mi existencia
en esta extraña soledad
de mi sombra y tu desnudo.
Lola Ruiz Ros
Publicado en el nº 8
de la "Colección Variaciones"
15 de Mayo de 2006
domingo, 21 de octubre de 2007
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