denso humo protestado,
de poemas jalonado,
mesas con cerveza y migas.
Hablaba profundo el argentino,
contestaba Juan, el africano,
Enrique mesaba su pelo cano,
mientras Pilar corregía con tino.
Juan Ramón, con su Cautivo,
Maribel recitando poesías
e Inma a Joaquín decía:
“No te creas un divo”.
Lola tiraba papelitos,
Alfredo y Pegüi hablaban de pintura,
y en este maremagnum de locura,
Carmen se hacía entender, a voz en grito.
“No hay amor que cien años arda”,
susurraba Mari Ángeles a Rocío,
Salva y Juanjo seguían abstraídos…
¡esto es el coño de la Bernarda!
Joaquín Delgado
Publicado en el nº 7
de la "Colección Variaciones"
28 de Diciembre de 2005
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