arropados por la calidez de la tarde
nuestros desnudos torsos imantados,
tu cuerpo de arco iris condensado,
tus senos, tersos, en un alarde,
tu altivo rostro, mi felicidad.
Blandura en tus curvas,
mi cuerpo en tensión,
los dos hemisferios unidos,
sudores, suspiros, chasquidos,
mi amada, mi cielo, mi pasión…
mujer que mi existencia turbas.
Cayó la noche, llegó la luna:
en la alta terraza, sobre la ciudad,
un florecido oasis entre las dunas.
Joaquín Delgado
Poema publicado en el nº 4
de la Colección "Variaciones"
30 de Marzo de 2005
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